domingo, 29 de noviembre de 2009

Democracia


El poder del pueblo,
La voz de millones de habitantes en una misma idea,
incluyente y crítica (constructiva y propositiva)

Desgastados de tolerar el violento vino tinto de la sangre,
con su vista hecha cenizas;
mientras demagogos absorven con sus doblefiludos discursos,
la inocencia de aquellos cuerpos sin vida.

Estimulan sus miedos,
avivan su agonía.
Y entre esas palabras vuelven,
por un instante a soñar.

Prometen emanciparnos,
nos acaricia la salvación.
Y nos regalan la llave de su victoria:
Seguridad, salud y educación.

Mercantilizan las 2 últimas,
y la primera se convierte en Guerra.
Aclamamos sonámbulos,
su política gamberra.

La educación se estandariza,
se enaltecerse en "meras" tramitologías.

La salud sirve a nuevos usuarios
con derechos inherentes: los computadores.

La Guerra se convierte en la bomba atómica,
que nos sacará de una vez por todas de la violencia.

Y así, cuando esta última termine de romper la tierra;
por fin, la democracia habrá triunfado.
Retumbará en sus oídos (tal como ahora),
La voz de mi pueblo: el silencio ajeno.

domingo, 1 de noviembre de 2009

El Caído


Perdido entre las estepas de un honroso recuerdo;
el silencio, le rinde homenaje al desvanecido.
Las estelas de su vida en el marco del suelo han casi desaparecido.

Su mirada, que había parido: confort, esperanza y fuerza, entre reacios y cerdos…
Ahora se hallaba envuelta en una mortaja con el resto de su cuerpo.

Anonadado por lo sucedido,
no entendía como arrebataron su vida,
cuando del sufrimiento había encontrado la salida.

Meditaba si quizás habría cometido algún error fatal;
pero por más que se rascaba el hoyuelo que atravesaba su cráneo, no lograba dar con la respuesta.

Eso sí,… mientras los uniformados lo vestían de camuflado (por eso de que el difunto tiene que ser el más elegante en su funeral);
este no hacía más que quejarse; y como no lo aguantaban más, lo tuvieron que meter al baúl.

Luego de un estresante viaje de 10 horas sin descanso alguno, con su cuerpo al borde de la descomposición; empezaba a emitir un hedor que les impedía seguir.
Así que en medio de un bosque lo dejaron tirado,
le dieron un arma para defenderse de las siniestras bestias de la noche…
Lamentándose la recibió…

Sólo se arrepentía de haber recogido 500 pesos del piso,
y pensar que con eso iba a colmar el hambre con un pan,…
quizás si no la hubiera recogido, no estaría ahí en medio de la nada…

Horas más tarde,
el caído sale en la televisión como si se tratase del PRESIDENTE!!
Bajo un titular que decía: Guerrillero cae en combate…

lunes, 17 de agosto de 2009

El Ultimatum del Tacto


Perversas manos sabotean nuestra mente,
con solo mirarlas nos enviciamos,
las deseamos y consumimos
sin importar que acrecientan la brecha de nuestra soledad.

Disgustamos sedientos de su alevoso silencio,
que acalla nuestras voces, y apaga la memoria.
Traspasamos la pantalla, que entra a través de nuestros ojos.
Nos detenemos perplejos, perdemos la noción del tiempo.

Pasamos de soñar, a ser dioses de nuestro mundo virtual.
Y como toque de heroína, nos volvemos adictos a ella;
tanto así, que su partida
sería el apocalipsis bíblico del que sólo unas cuantas élites saldrían con vida.

Vivimos para ella, no concebimos un mejor pasado en su ausencia.
La protegemos a toda costa porque ella es nuestra vida y conciencia.
Sin ignorar que ella nos esclaviza,
dependemos de ella porque es la única que puede llenar,
el vacío que sólo ella podría generar.

Evolucionamos. Nos encorvamos como girasoles agonizando, dedos que hablan,
ojos que escuchan, siempre fijos a cualquier movimiento como perros cazadores,
deseando ser aceptados por la sociedad digital.
Nos desarraigamos del contacto físico,
deliciosos besos, calurosos abrazos.

Abrimos la boca, mientras todo se atranca en la garganta de nuestra razón,
de repente, una baba cae de nuestro cabeza,
es la señal de la vergüenza,
la pérdida de nuestra última certeza…

domingo, 28 de junio de 2009

La Esperanza


La sombra te envuelve y encierra, hasta ahogarte.
Pronto quedamos atrapados entre palabras, en el ojo del huracán...
Y como lepra no tratada, poco a poco se desvanecen los sueños, los anhelos;
para luego regocijarnos en el miedo...

Nos aglutinamos, respiramos agitados; acallamos nuestros gritos,...
intentamos evitarlo todo como invidentes para: no ensuciarnos, ni caer...
pero inminentemente, esto nos atañe, toca nuestros nervios sin nisiquiera rozar tu piel.

Así que más nos apresuramos a ignorarlo,
cerramos bruscamente los ojos, para sólo habitar en nuestros diminutos planetas...
Pero de este moderno bombardeo nadie se salva...

Mínimamente nos mutila una extremidad vital de nuestras vidas (quizás un primo cae como falso positivo; el hermano de tu novia muere en el conflicto armado de su comuna; la hija de tu hermana es violada);

O llegaste al mundo sin extremidades, sin las mismas oportunidades (no tienes energía sino velas, no hay agua potable sino la del tanque comunitario; tu familia es deplazada por la violencia; o en tu casa no alcanza para la canasta familiar);

y piensas que tal vez es tu culpa e intentas remediarlo trabajando el doble o el triple por la maldición que haz recibido...

y de repente te encuentras sumiso a las exclavizantes órdenes de un zángano que se sienta todos los días en su silla mecedora a exigirte que trabajes para algún día llegar a tener todos los lujos y comodidades que este "erudito" ha obtenido sin derramar ni una sola gota de sudor en su frente...

Imaginas que eso es natural, y no comprendes como otros discuten y se revelan de sus cadenas;...
crees que son vagos que simplemente no quieren trabajar y paradójicamente tener las mismas comodidades que tu "patrón".

Así que generalmente los ignoras;
pero en ocasiones escuchas un grito que resuena en tu interior y cotidianidad: LIBERTAD!!...

Ahí es cuando tu cerebro comienza a recrear anhelos de hace poco, cuando sólo eras un niño;
y vuelves a tener fe de que mañana saldrá el sol, y con él todo será mejor...

Y los bosques hechos cenizas renacen como el ave fénix,
que con sus flameantes alas, despiertan en tu cobardía el valor de frenar el ostigamiento al que has sido subyugado...

Esperanza, eso es lo que nos acerca en un primer momento un tanto utópico a nuestra libertad!!

lunes, 22 de junio de 2009

El Nuevo Mundo


La labia de los políticos nos confunde y enreda, y terminamos siendo las ratas exclavizadas por la dulce melodía que emite su atractivo vocablo;

sin darnos cuenta perdemos la vida, nos inundamos de esperanza y como ganado nos dejamos guiar al matadero...

Somos el hazmerreír de los burócratas; el espectáculo que alivia sus intereses desmesurados y egoístas...

Pero como si fuera una enfermedad terminal, solo nos damos cuenta de la trampa que nos han tendido, cuando los síntomas se hacen más allá de visibles, dolorosos;

cuando nos afecta directamente y despertamos del sueño (alimentado por exquisitas palabras),

a una realidad intachable, seca como el desierto, que nos va ahorcando cada vez más, mientras terminamos de abrir los ojos...

Siempre ha pasado, y cuando se supone que todo iba a mejorar con la supuesta emancipación del HOMBRE sobre Dios; fue el quiebre para que todo se viniera abajo;

era más bonito cuando Dios controlaba nuestra razón, aunque fuera un tanto exclavizante; pero no tan brutalmente como nosotros hemos intentado manejar ese maravilloso don;

así que en vez de utilizar esas llamas para satisfacer nuestras reales necesidades y de alguna manera evolucionar mediante el desarrollo del conocimiento,

nos hemos quemado como niñ@s que acaban de conocer el fuego mediante el juego; y como nadie nos enseña a manejarlo, lo utilizamos a nuestro antojo, incluso contra nosotr@s mism@s...

Es inmaduro, pero en la actualidad todo trasciende un poco más.

Se supone que si nos quemamos, ese conocimiento se hereda a través de símbolos; sin embargo nos rendimos, nos da pereza pensar y actuar; la musica nos influye, las personas se dan cuenta de que aquí algo anda mal e intentan manifestarlo a través del canto...

Y en vez de hacer algo para mejorarlo, se suprimen en la depresión o se convierten en rebeldes sin causa, o peor aún: miran pero no ven, oyen pero no entienden.

No basta con concientizarse de que masacran animales, sumergen a la gente en la miseria, destruyen naciones enteras por el gozo de unos cuantos; hay que cambiar también nuestros hábitos, hay que organizarse, hay que unirnos(eso va para las contadas personas con conciencia)...

Pero hay muchos que aún nos dejamos arrastrar por la corriente, por la falta de sentido de pertenencia; por preferir la vida fácil; por ver nuestro camino como algo fugaz sin trascendencia... pero BASTA!! no más, aún la cura se puede inyectar, aún podemos abrir los ojos y vivir; pero si los mantenemos cerrados, quizás pasemos del sueño a la muerte sin saber nunca que es vivir...

El final o un nuevo comienzo están entre tus manos


Suenan las trompetas de David, el cielo estremece y se cubre. Regresa la tormenta.

La humanidad retorna a la penumbra, a la incertidumbre… La esperanza se esfuma, la luz se opaca.

Los fuegos de los volcanes estallan, se riegan como agua hirviendo hasta consumir el último grano de arena.

El viento toma un olor a odio y azufre. Las estrellas se desvanecen como los ideales y sueños.

De las entrañas de la tierra brota la maleza, se esparce hasta inundar nuestro mundo.

De repente, el aire se paraliza, el agua se seca, la maleza se muere. El mundo se acaba, se convierte en muerte.Y nosotros con ella nos vamos. Porque nos quedamos anonadados, esperando nuevamente escuchar las trompetas.

Mientras la sangre de nuestros semejantes es derramada, junto con la de los animales infructuosamente.

Pero, mientras llega aquella melodía de salvación ¿qué hacemos? ¿Cómo vamos a vivir? Convertimos a los árboles en cenizas, acabamos los recursos hasta hacerlos polvo.

Dividimos nuestra especie, nuestro mundo por la forma de pensar, su color, ropa, cara o plata. Nos asesinamos brutalmente.Le demostramos al resto de los animales nuestro predominio sobre ellos y el universo, mediante la generosa y reivindicante bestialidad.

Evolucionamos en seres simplistas, nos cegamos los ojos de la mente y sólo vemos las acciones, pero no sus razones. Pues hagamos lo que hagamos se acerca el inevitable fin.O tal vez, podamos sembrar y cultivar como nuestros abuelos. Disfrutar de la soledad, gozar de la naturaleza. Vivir la vida entera y no sólo un instante. Alcanzar nuestras metas, compartir ilusiones.

No se trata de intentarlo sólo una vez o hasta estrellarse. La magia está en intentarlo toda la vida, hasta que la última gota de sangre deje de respirar, hasta que nuestra sonrisa se calcifique. Si eres capaz de entregarle todo lo que eres a aquella persona que crees como merecedora; porque no se las regalas al mundo; tal vez no calmes la sed de un niño africano, pero como mínimo ganarás su sonrisa. Y acaso ¿hay algo más valioso que eso?

COMPETENCIA


En realidad, la vida es una lucha hombro a hombro por más allá de sobrevivir, satisfacer nuestro ego. Desde que nos levantamos, hasta que cerramos nuestros pesados párpados para conciliar el sueño. Siempre buscamos ser los primeros, incluso para morir.
Cargamos piernas de atletas, para que llegado el momento y suene el despertador, seamos
los primeros en alcanzar la ducha caliente y el baño limpio.
O cuando llega el metro.
Todos salen despavoridos como si la muerte los asechara.
El metro no ha parado, y la gente se estruja, ¿pero para qué?
-necesitamos un lugar preferencial donde hacernos- decimos para defendernos.
El metro se detiene y abre sus puertas. Los que estaban adentro, salen como excavadoras de nieve empujando el tumulto.
Mientras nosotros los asechamos con la mirada, como cuando llega la Selección Colombia después de perder el partido de clasificación al mundial.
Cuando el penúltimo ha salido, sin importar quien queda adentro, nos desbordamos al interior del metro hasta quedar atorados.
-¿Por qué no te sientas?- Me preguntó en una ocasión una amiga de la Universidad. Mientras un señor menor de 40 años le arrebataba el puesto a una anciana.
-Es que según entiendo, los puestos del metro son para la gente que más los necesita: una persona con la pierna quebrada, la señora embarazada, un anciano, o con un niño pequeño- respondí, tome un poco del caliente oxígeno que rondaba el lugar y proseguí…
-Pero también entiendo porqué estás sentada, haz caminado todo el día, debes estar agotada; al igual que cientos de personas que trabajan a diario y este es el único instante en que logran descansar-
Inmediatamente recordé a mi abuela que con 84 años encima, le encanta caminar, a pesar de que su enfermedad no la deje; causándole más allá de un dolor físico, un punzante y agudo malestar en su orgullo y remordimientos…
-Y si aún puedo sostenerme de pie,…si aún tengo piernas, quiero disfrutar de ellas mientras las tenga- lo decía, mientras en mi mente pasaban centenares de personas que incluso nacen sin muchas de nuestras facultades y nos regalan una verdadera lección de vida.
De repente, el señor de más de 30 años y sin previo aviso, se levantó e hizo sentar a la señora a la que le había arrebatado el puesto.

Aún no entiendo como las fortalezas de algunos se convierten en debilidades para muchos. Como es el caso de las personas de cabello largo, que sienten venir el viento y salen huyendo a guarecerse en sus casas.
A mí personalmente, me parece de lo más delicioso sentir como el aire se pasea por el cuero cabelludo entre los pelos. Es muy refrescante, casi como un masaje natural…
¿Qué opinan ustedes: de la competencia que nos transmite el Sistema? ¿De la competencia de la vida diaria?