Las palabras no llenan el hambre,
con hambre no pensamos,
y sin pensar votamos;
botamos lo que añoramos.
Queremos cambiar el mundo,
nuestro mundo homocéntrico.
Porque nos rodea,
una caja circular sin vida.
Y la pintamos con adornos,
y le atribuimos nuestras cualidades;
para que luego éstas, en señal de agradecimiento
nos definan como somos:
bonitos por fuera, huecos por dentro.
- Tengo sed de plata- replica mi billetera
Ella me mantiene,
es quien ordena mi camino hacia la gloria.
Gloria haz dicho?
El Señor te la garantiza:
Si eres pobre, el cielo es tuyo.
Pero como veo tu riqueza, de seguro te la ganaste.
No importa a cuantos robaste,
tu sed ya colmaste.
Al menos, mientras lo gastas.
pues consumiendo, la felicidad alcanzas.
-Gracias caballero, Dios se lo bendiga-
Con estas 3 monedas, me gané el sueldo este día.
Hoy ruñiremos huesos y con suerte,
masticaremos ñerbos.
Gracias Señor por la miseria regalada.
Seguidme a un lugar, sin crueldad y violencia.
Para entrar al paraiso perdido, es sencillo:
Cierra los ojos, piensa en que no existe nadie más.
Imagina el edén, y habita en él.
Ojo con el diablo disfrazado de muerte.
Se encarna de niño, y rogándote te pide pan;
cuidado con tan potencial ladrón.
Además, tienen trabajo y sueldo fijo,
no hay pobres en Colombia.
Pero con vital importancia,
no escuches a quienes dicen: DESPIERTA.
Y marchan con un letrero: SOS UN MUERTO EN VIDA.
Calumniadores de primera, sólo quieren embargar tu mundo.
Vienen con- ciencia, peste de la incertidumbre.
Sembradores de pecado que no quedaron a gustos con el sueño,
Su filosofía: desterrarnos del Edén.